sábado, 31 de mayo de 2014

Crítica

Queridos niños, queridas niñas y lectores en general ...me encuentro aqui frente a mi ordenador percatándome de que el final de curso se aproxima -y de que debería terminar esta entrada, porque la fecha límite de entrega también llega a su fin-.
Sí, el curso se acaba ya, y mi último blog tratará esta vez sobre una crítica hacia la clase de filosofía y/o susodicho profesor. 

Al principio pensé que tendríamos que memorizar la vida y reflexiones de cierta gente de siglos pasados, -¡Que aburrido!-Me dije. Cuán equivocada estaba. 
La primera pista fue que, siendo mi primer día de clase, una persona alzó la voz y anunció : "Nuestro profe de "filo" es Enrique". Mi compañero, cuyo nombre aún no conocía, estaba sentado en la mesa vecina a la mía y sonriendo me dijo : "Enrique es genial, yo le tuve el año pasado, ya verás" .Yo todavía me sentía incómoda en esa clase y con demasiado apocamiento para responder más allá de un "¿Si?, que bien". En ese momento entró nuestro profesor por la puerta y desde entonces aguardo las clases de filosofía con emoción.

Eso fue lo que más me llamó la atención de la asignatura, el pensar como puede hacerse una clase tan entretenida. Es imposible que hayas salido de una de sus clases sin haberte reído y tampoco sin haber aprendido algo nuevo. 
Una de las mejores cosas del profesor es su capacidad para hacer que estemos atentos en todo momento y con un interés real en lo que nos cuenta. Esto lo logra haciéndonos preguntas individualmente a lo largo de la clase de lo explicado e insistiendo mucho en si hemos entendido la lección, cosa que a otros profesores parece no importarles tanto.
Además ha dejado clara su autoridad en la clase, algo de lo que no puede carecer un profesor por muy bien que se exprese, manifestando desde el primer día las normas. Al fin y al cabo él es el "macho alfa" 

Al ser una crítica debería decir algo negativo también de las clases,para hacerlo algo más constructivo en vez de dar simples adulaciones umm.. podría decir que tal vez vamos algo lentos día a día en dar el temario, ¿Pero sabes que? mejor aprender menos pero bien, que meterse rápidamente conceptos en la cabeza que no entiendes. 
Otra objeción puede ser la tal vez excesiva humillación mordaz hacia los alumnos, pero no va con malicia ni mucho menos y al final se acaba riendo hasta la propia victima de su ingenio.
No, en conclusión, no tengo nada negativo que decir.
¿He dicho antes que sería mi último blog? Ni mucho menos, otra cosa que he obtenido de las clases es mi recuperado hobbie a la escritura. Con estos trabajos extra que nos manda nos motiva a esforzarnos más a la vez que somos recompensados con más nota -nuestra peculiar moneda de pago-, nos enseña a crear una opinión propia y saber defenderla.

Ahora ya conocéis a mi profesor de Filosofía y sé que me tenéis envidia. Este "sarcástico hombre de la corbata", permitiéndoseme la confianza, es el mejor profesor que he tenido y que espero tenga el año que viene, estando completamente segura de que no soy la única que así lo quiere.

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